Ø
Clarificar el pensamiento.
Los estudiantes pueden observar cómo se relacionan las ideas unas con otras y
decidir cómo organizar o agrupar información. Los OG ayudan a: recoger
información, hacer interpretaciones, resolver problemas, diseñar planes y a
tomar conciencia de su proceso de pensamiento (metacognición).
Ø
Reforzar la comprensión.
Los estudiantes reproducen en sus propias palabras lo que han aprendido. Esto
les ayuda a asimilar e interiorizar nueva información, permitiéndoles
apropiarse de sus ideas.
Ø
Integrar nuevo conocimiento.
Los OG facilitan la comprensión profunda de nuevos conocimientos mediante la
realización de diagramas que se van actualizando durante una lección. Este tipo
de construcciones visuales les ayudan a ver cómo las ideas principales de un
tema nuevo se relacionan con el conocimiento previo que tienen sobre este y a
identificar e integrar los conceptos clave de la nueva información al cuerpo de
conocimientos que poseen.
Ø
Retener y recordar nueva
información. La memoria juega un papel muy importante en
los procesos de enseñanza/aprendizaje y en estos, con frecuencia, se la asocia
con poder recordar fechas o acontecimientos específicos y/o conjuntos de
instrucciones. Sin embargo, la memoria va más allá de esta única dimensión
(recordar), también participa en: fijar la atención, relacionar y utilizar
piezas de conocimiento y de habilidades, aparentemente inconexas, para
construir nuevo conocimiento. Por todo lo anterior, los OG son un método
efectivo, como técnica de aprendizaje activo, para ayudar a mejorar la memoria.
Ø
Identificar conceptos erróneos.
Al tiempo que un OG pone en evidencia lo que los estudiantes saben, los enlaces
mal dirigidos o las conexiones erradas dejan al descubierto lo que ellos aún no
han comprendido.
Ø
Evaluar.
Mediante la revisión de diagramas generados con anterioridad a un proceso de
instrucción sobre un tema dado, los estudiantes pueden apreciar cómo evoluciona
su comprensión, comparándolos con las nuevas construcciones que hagan sobre
este. Los OG permiten almacenar con facilidad mapas y diagramas de los estudiantes,
lo que facilita la construcción de portafolios. De esta manera, podemos volver
a ver los OG que un estudiante construyó durante un período de tiempo
determinado, por ejemplo de 1º a 6º grado y “observar” cómo evolucionó su
estructura cognitiva.
Desarrollar habilidades de pensamiento de orden superior.
Los estudiantes necesitan herramientas que con su uso les ayuden a autodirigir su pensamiento. Los OG pueden cumplir esta función propiciando la organización más efectiva de este en tres niveles de complejidad:
En el 1° (quién, qué, cuándo, dónde) los estudiantes recolectan información para definir, describir, listar, nombrar, recordar y ordenar esa información.
En el 2° (cómo y por qué), procesan la información contrastando, comparando, clasificando, explicando, etc. Por último,
en el nivel 3 (qué pasa sí...) los estudiantes pueden descubrir relaciones y patrones mediante acciones como evaluar, hipotetizar, imaginar, predecir, idealizar, etc).
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